Es decir, los bancos entregaron USD 72 en préstamos por cada USD 100 que recibieron en ahorros. Con ello, la diferencia del 30% la tienen en caja, en depósitos en otros bancos, en activos rápidamente convertibles en liquidez o en provisiones.
El objetivo es dejar una porción en sus arcas para atender los requerimientos de sus clientes que, en buena parte, entregaron sus recursos en el corto plazo, por lo que suelen retirarlos a través de cajeros automáticos, por ventanilla o mediante transferencias.
Las instituciones financieras han sido obligadas a repatriar los recursos que enviaban al exterior. De ahí que han contado con un mayor porcentaje de dinero para financiar al mercado.
Así, el negocio de intermediación es lo que dejó mayores utilidades a las entidades. En los primeros ocho meses, aún en términos provisionales, la industria obtuvo ganancias por USD 260 millones.
El porcentaje de ese sector creció en 61% en relación a lo acumulado en resultados al igual lapso de 2010. El número de bancos subió a 27, pero solo se contabilizó al banco D-Miro con USD 457 mil de utilidades.
La liquidez también ha ido a un mejor ritmo. A agosto de este año, los 26 bancos que registra la SB tenían en su cuenta fondos disponibles, lo suficiente para cancelar el 29% de los depósitos que sus clientes colocaron a corto plazo.
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