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Un estudio revela que a nivel nacional existen 78 embarcaciones sumergidas
La capitanía de Manta firmó un acuerdo con la empresa Jeriko para extraer naves hundidas en sus costas. Existe la posibilidad de que la labor se extienda a otros lugares del país.
Durante diez horas diarias, un equipo de buceo y técnicos de la empresa Jeriko Arquitectos & Asociados realizan labores de limpieza en la rada del Puerto de Manta. La tarea consiste en extraer barcos hundidos y semihundidos para que las zonas de navegación no sean riesgosas.
Julio Bailón, lanchero con más de 20 años de experiencia en el mar, no comete el error de flotar sobre barcazas enterradas, cuenta que aunque las naves no se logren ver con la marea alta, existen cientos de historias de navegantes que han encallado sus lanchas en los sitios peligrosos, destruyendo el casco de sus barcos y causando un perjuicio en los motores.
Por eso, Bailón prefiere no rondar por estos lugares inseguros. Él conoce la ubicación de cada uno de los barcos hundidos y señala que en algunos casos estos están visibles, pero en otros están a menos de un metro del lecho marino, cerca al muelle marginal donde el calado no supera los seis metros.
Para erradicar el mal que afecta a las embarcaciones, el pasado 17 de agosto, la compañía Jeriko y la Capitanía del Puerto de Manta firmaron un convenio para desarrollar los trabajos de extracción sin costo alguno para la entidad marítima. Por cada barcaza extraída Jeriko invertirá $ 70 mil que luego recuperará vendiendo chatarra.
Hernán Contreras, gerente general de Jeriko, informó que poseen un estudio amplio con fotos satelitales de la ubicación de buques de 32, 26 y hasta 4,2 metros de eslora y de 9 a 2 metros de manga, los que por diferentes circunstancias se hundieron en la rada.
Algunos de estos navíos hundidos pertenecieron al Consejo Nacional de Sustancias Psicotrópicas (Consep), a la ex-Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), a la Corporación Financiera Nacional (CFN) y a otras entidades.
Se estima que en toda esta chatarra marina existen más de 500 toneladas de hierro que serán removidas. La tarea no es la primera que se intenta desarrollar, porque hace tres años otro grupo intentó remover las naves, pero fracasó.
Contreras, de nacionalidad venezolana, asegura que posee 27 años de experiencia en estas labores y que en esta ocasión utilizarán boyas inflables, tanques dirigidos con aire que harán que las naves refloten y luego con un remolcador serán llevadas hasta el sector de Playita Mía, balneario de Tarqui, donde funciona el astillero, ahí serán cortadas y embarcadas las estructuras para ser vendidas.
Pero Manabí no es el único lugar donde existe este inconveniente. La empresa Jeriko posee los estudios correspondientes a nivel costa y ha determinado que existen 78 embarcaciones hundidas en todo el país: 30 en Galápagos, 27 en Manta, 13 en Esmeraldas, 4 en Guayas, 2 en Bahía y 2 en Salinas.
Por este motivo, los trabajos de extracción se realizarán en todo el perfil costero, donde hay botes de madera, otros tienen cascos metálicos. Todos están ubicados a una milla.
Alfredo Cuvi Rinsche, capitán del Puerto de Guayaquil, mencionó que las labores de extracción de barcos en la provincia, solo se van a realizar en Posorja, "porque solo en ese lugar los pescadores no pueden realizar una libre navegación".
"La firma Jeriko será la encargada de realizar las labores de desarraigo en toda la costa ecuatoriana y nosotros como Capitanía del Puerto vamos a controlar que ellos presenten los permisos para realizar esta actividad y hagan su trabajo sin ningún inconveniente", agregó Cuvi Rinsche.
Los encargados de estas labores son buzos con acreditación internacional, quienes han logrado reflotar algunos barcos como el atunero 'Emilia', uno japonés que tenía más de 15 años hundido frente a la playa Tarqui y que poseía 60 metros de eslora.
Jorge Pico y Cristhian García pertenecen a este grupo de buceadores. Ellos relatan que durante la jornada han podido apreciar el arribo de un grupo de delfines que entran justo a estas embarcaciones a comer en marea alta, ya que dentro de estos hay cardúmenes de peces pequeños.
Los buzos entusiastas cuentan que dentro de cada barco hay una infinidad de peces, caracolillos y sobre todo conchas adheridas a la estructura metálica. El trabajo se cumple a unos nueve metros de profundidad. Terminado los trabajos en Manta, las próximas localidades que visitarán son Esmeraldas y Galápagos.
Dayse Pico Cedeño, Redacción Manta
Fuente: EXPRESO*
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