Foto: Roberto Chávez/El Telégrafo
Agencia Andes
Autocríticas al movimiento indígena, análisis de las marchas del 13 de agosto, reconocimientos de la obra y la acción del gobierno para generar cambios, reparos a los temas pendientes y un llamado a ceder posiciones tanto de indígenas de oposición como del gobierno, fueron algunos de los temas de los que habló el prefecto de Cotopaxi, Jorge Guamán, durante el programa 'Ecuador No Para'.
Desde el cantón Pujilí, en el centro andino de Ecuador, Guamán habló sobre la inversión social del actual gobierno en beneficio de la sociedad, explicó lo que a su criterio hace falta para que este sector se siente a dialogar con el régimen y enfatizó en la necesidad de discutir el país plurinacional.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) es uno de los principales promotores de las recientes movilizaciones y protetas contra el gobierno.
Desde su adhesión al paro nacional y el llamado a un "levantamiento" indígena, en julio de este año, plantearon su rechazo al sistema de educación intercultural promovido por el gobierno, a la Ley de Aguas y y a la propuesta de Ley de Tierras, así como el retiro de las enmiendas constitucionales propuestas por el Ejecutivo, entre las que está una para eliminar las restricciones a la reelección.
Sin embargo, a su llegada a la ciudad de Quito, donde se realizó la concentración de las agrupaciones y una marcha el 13 de agosto, estas peticiones se redujeron al pedido de archivo de las enmiendas, lo que para el dirigente de Cotopaxi redujo la plataforma de lucha de este sector.
"La radicalidad no lleva a ningún lado"
Guamán, quien también fue diputado por el movimiento político Pachakutik, se mostró escéptico sobre un diálogo con el gobierno. Sostuvo que 2009, bajo la dirección de Marlon Santi al frente de la Conaie, ya existió un acercamiento entre el Estado y el movimiento. Este proceso se suspendió, reconoció, porque no existieron consensos entre las partes. Por ello, asegura, hace falta una cercanía y confianza para asumir con responsabilidad los errores.
“La radicalidad no lleva a ningún lado. Generemos políticas públicas reales por el país. El problema más grave es que no se hace una lectura adecuada" de la coyuntura, afirmó.
El dirigente indígena indica que políticamente el gobierno ha trabajado en un cambio desde las leyes y la Constitución, pero en lo económico cree que faltó preparación en temas como la producción y la cultura del consumo de la gente. A pesar de ello exalta la inversión del régimen en lo social y la gestión del presidente Rafael Correa.
“Consciente estoy en eso. Hay obra del Presidente. Y el Presidente pasará a la historia. Estoy convencido en esa lectura y jamás vamos a rechazar eso, pero la otra parte social falta. El complemento falta. Yo no estoy evaluando las carreteras, los centros de salud, las escuelas del milenio. Reconocemos que existe cambio”, dijo Guamán.
Para que el Estado y el sector indígena se sienten a conversar, Jorge Guamán declara que un eje fundamental es analizar el proyecto político del país plurinacional. Plantea que también se debe evitar desde el gobierno la descalificación, promover puntos de encuentro en lo social, construir las leyes con la gente para que se apropien de estas, incentivar una cultura de respeto a la identidad y no marcar límites al diálogo.
Rechazo a la violencia en las marchas y a los acercamientos con la derecha
Guamán censura cualquier tipo de violencia, sea verbal o material. Sobre los hechos del pasado 13 de agosto afirma que la violencia fue mutua entre los manifestantes y la Policía Nacional, aunque reconoció que desde el sector indígena hubo excesos. Por eso no comparte las acciones de violencia que a su criterio se pudieron evitar. “No se puede pintar una imagen de esa naturaleza del Ecuador. Hay mecanismos y hay que ceder las posiciones”.
Al ser un socio organizativo de la Conaie, dirigente en Cotopaxi e integrante del movimiento Pachakutik respeta las decisión de las distintas dirigencias, pero afirma que está seguro de que “con violencia no se logra nada”. Por eso llamó al movimiento y al gobierno a que realicen una lectura adecuada de lo ocurrido y piensen en una agenda en función del país.
Lo que para Guamán no se puede tolerar, con respecto a la participación del movimiento indígena en el paro, es que sus acciones se articulen con la derecha.
“No es posible que en Quito nuestros compañeros que estaban en la caminata hagan coincidir una marcha en Guayaquil con la derecha. Eso no puede suceder jamás. Nosotros hemos dicho desde Cotopaxi a la Coordinadora Nacional que ese no es el camino. Esos no son los lineamientos políticos, la parte filosófica de Pachakutik. No podemos poner agendas personales en temas de luchas colectivas que nosotros tenemos absolutamente claro”, aseguró.
“Hay que construir tolerancia, pero con la derecha ni a la esquina”. Así se expresó ante el acercamiento de algunos dirigentes indígenas con actores políticos como el banquero y excandidato presidencial Guillermo Lasso. “¿Sentarse a hablar sobre políticas públicas? Si ellos fueron los culpables de la crisis”, apuntó.
Guamán defiende a las organizaciones históricas del movimiento indígena que, explica, son producto de procesos organizativos con principios filosóficos. Además está convencido que los gobiernos deben escuchar a las minorías.
Sobre las actuaciones de otros dirigentes como el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe, y el presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez Guartambel, indicó que no puede calificarlas, pero que deberán responder en su momento por sus acciones y explicar sus argumentos.
Asimismo, dijo que es necesario hacer una evaluación de lo ocurrido en los últimos días en el país, un trabajo que, refirió, ya se realizó en su provincia, Cotopaxi. También puntualizó que existen dirigentes jóvenes que deben revisar la historia del pueblo indígena: el antes, el durante y el después. “A veces porque somos jóvenes queremos conducir nomás”, señaló.
La figura del "levantamiento" indígena
Sobre otro tema de importancia para el movimiento indígena, como fue el levantamiento 1990, Guamán recuerda que este fue un proceso que partió desde las bases sociales. Los pueblos indígenas estaban marginados y el levantamiento fue una instancia de revelación. Identificaron temas colectivos, expresaron su identidad y reclamaron su derecho a ser parte del Estado.
“Fue decir aquí: 'estamos, (...) esto son los pueblos indígenas. El Ecuador es pluricultural y plurinacional”.
Las crisis políticas de las últimas décadas, donde ningún presidente, antes de Correa, concluyó su mandato, cambió la agenda de lucha del movimiento, cuenta Guamán. La Asamblea Constituyente, la salida de la base de Manta donde operaba una base militar estadounidense, la no firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, la renegociación de la deuda externa y el rechazo al Plan Colombia fueron las nuevas demandas del sector indígena, asumidas y cumplidas por el actual gobierno.
“Reconocemos, nadie debate sobre eso, especialmente quienes hemos estado de cerca siguiendo todos estos temas. Esa agenda pasó y el presidente Correa asume toda esa agenda y por supuesto salió. Y hay que evaluar ciertos temas que creo no se desarrolló adecuadamente como el caso de la deuda externa”.
En el levantamiento de este mes de agosto, indica Guamán, se evidenció una nueva agenda y nuevos dirigentes. Aunque esto es positivo también dijo no estar de acuerdo con la utilización en el proceso de la figura del levantamiento indígena. Explica que este es un concepto que en la actualidad debe ser “más debatido y estudiado por el movimiento” antes de usarlo. (I)
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