Según se conoció, el periodista -quien ha laborado desde hace 13 años en ese medio y era el encargado de nuevos desarrollos digitales- llegó a la redacción a trabajar normalmente, pero fue notificado de su despido por considerar que no habría acatado “pedidos cordiales” que le habían hecho meses antes, respecto a que debe ajustarse al manual de las buenas prácticas en redes sociales para los periodistas que laboran en ese medio.
Los directivos del periódico le comunicaron a Pallares que ese día sería su último día en la redacción por haber preferido seguir expresándose en la red social a conservar su empleo. Esto a pesar de que en la descripción de su cuenta aclara que “Lo que diga aquí es de mi responsabilidad y no tienen ninguna relación con mi empleador”.
En una carta enviada a Fundamedios por el procurador judicial de Grupo El Comercio, se explicó que la salida de Pallares se debió a que el periodista, a través de su cuenta de Twitter “incumplió con las políticas del Manual de buenas prácticas en redes sociales vigente en El Comercio desde mayo de 2012, pese a reiterados llamados de atención”.
La carta también se refiere a que el mencionado Manual “señala la necesidad de tener clara conciencia de que todo lo que se escribe en Twitter compromete, no solo al dueño de la cuenta, sino también a la imagen institucional de la empresa” y que “opiniones descalificatorias pueden provocar la pérdida de la credibilidad para el autor y para el medio y acciones legales contra ambos”
Por su parte, Pallares aseguró que las reglas referidas son unas recomendaciones que la empresa hace a sus empleados.
“Admito que pude haber sido un poco liberal en el seguimiento de esas recomendaciones, pero creo que todo lo que he dicho ahí son cosas que yo habría escrito en mis columnas de opinión, por lo tanto, todo lo que he dicho en Twitter son cosas que puedo sostenerlas”, apuntó el periodista, En ese sentido sostuvo que el ejercicio de la libertad de expresión en las redes sociales no puede ser condicionado de ninguna forma, puesto que es un derecho humano fundamental.
Fuente: FUNDAMEDIOS
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