Periodismo privado y los falsos líderes

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Es censurable tratar de convertir a cualquier adefesio en líder y serio aspirante a la Presidencia de la República


POR: Oswaldo Ávila Figueroa, ex docente universitario


El líder político, en la versión académica, se conceptúa como un impulsor o iniciador de una conducta social, con proyección de futuro, dimensional e histórica sobre la base de un ideario incidencial en lo positivo. Es el guía que ilumina y enseña el camino del cambio y prepara la inauguración y el festejo de una nueva época, el de la reivindicación en beneficio de los mayoritarios sectores marginados de siempre.

Los medios privados por las festividades octubrinas se esmeraron en difundir una foto, expresión de un saludo de cortesía, con la intención de simular un paragón de liderazgo a un mismo nivel, cuando en la realidad no se trata “de dos figuras más carismáticas de la política nacional”, si el burgomaestre solo dirige la alcaldía de Guayaquil; en tanto la presencia del jefe de Estado, abarca el ámbito de Ecuador con proyección continental. En lo de fondo, Jaime Nebot se evidencia como defensor de los empresarios privados y del liberalismo de la economía social de mercado; es decir la tesis del retorno al pasado.

Rafael Correa, de acuerdo con los postulados del socialismo siglo XXI, destaca el protagonismo del pueblo para cimentar lo que él llamó los procesos revolucionarios que vive el país e instó a los guayaquileños a rechazar la soberbia y los afanes separatista. Profundizando en el concepto de libertad sostiene que “Hace falta una base ética para forjar una libertad verdadera; la verdadera libertad solo puede sostenerse en valores, básicamente de justicia y fraternidad”.

La partidocracia cayó derrotada, por la ausencia de principios y de líderes, y con los mismos rostros pretende volver a las actividades partidistas con el apoyo de la prensa “libre” que le brinda amplios espacios para alentarla y convencerla de que todavía puede. Con referencia al caso del fundador del Prian, Álvaro Noboa, se demuestra que el poder del dinero y el aporte de periodistas contratados no crean líderes, aunque hablen inglés y francés y se olviden del español. Es vergonzoso contemplar cómo los periodistas de la prensa privada mantienen la manipulación de los sucesos; conceden amplia cobertura a los insignificantes protagonistas de la oposición y guardan silencio ante las grandes obras sociales de la Revolución Ciudadana.

La prensa privada, en disfrute de su libertad de informar lo que le conviene, regala a su voluntad espacios a la oposición, pero es censurable tratar de convertir a cualquier adefesio en líder y serio aspirante a la Presidencia de la República.

Aunque los periodistas de la derecha silencien los méritos de Rafael Correa, el pueblo ya le guarda un sitio en la historia. Es auténtico líder, que como mandatario lucha por el bienestar de los pobres y en prueba a su lealtad cumple al pie de la letra sus promesas.

La mayoría de los ecuatorianos confía en él por su inmensa preparación académica, sus dotes morales y sentimiento humanitario.    

Hemos entrado a la era de la nueva independencia. El mejor homenaje a los patriotas del 9 de Octubre es seguir en la lucha hasta consolidar la equidad y la justicia social, con la guía del líder de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa Delgado. (O) 


Fuente: EL TELÉGRAFO