La cifra alarma: cada día 68 personas resultan heridas en siniestros de tránsito. Y quienes sobreviven padecen fuertes secuelas físicas, como Jaime Arellano. Él tuvo un accidente en noviembre del 2014 cuando viajaba desde Manta hasta Quito en un bus interprovincial.
Hace tres días se cumplieron 11 meses de ese incidente y los recuerdos volvieron el jueves.
Eran las 04:30, cuando el automotor cayó a un barranco de 300 metros en el km 16 de la vía Alóag-Santo Domingo.
Los gritos de las personas heridas sobre los fierros retorcidos es una de las escenas que el hombre, de 33 años, no puede olvidar.
Tampoco el momento en que salió desprendido por una de las ventanas mientras el bus rodaba colina abajo.
En el impacto, su cabeza se rompió y tuvo hematomas en sus piernas, pecho y espalda.
Por eso estuvo hospitalizado 15 días. Pero su recuperación total duró tres meses. En ese periodo visitó al médico cada dos semanas y se realizó tres radiografías para evitar complicaciones en el futuro.
Aunque ya no tiene golpes, los recuerdos aún lo atormentan. Él trabaja como constructor en Manta y viaja cada mes por la misma ruta. El miedo que le causa subirse al bus hace que antes de viajar le pida al chofer que vaya despacio. En total, en ese suceso hubo 16 heridos.
Karina L. fue otra víctima: sufrió una fractura en su columna. No pudo caminar por tres meses y tuvo que realizar fisioterapia para evitar ser intervenida quirúrgicamente. Para aliviar un poco el temor a que algo así le pase de nuevo viaja siempre por la mañana.
Hace dos días, la joven recordó su accidente cuando vio el miércoles pasado en las noticias que un bus interprovincial de la empresa Express Sucre tuvo un percance similar.
Este último siniestro se registró en la vía Durán–Tambo (entre Cañar y Guayas). Allí, los cuerpos de rescate reportaron 11 muertos y 17 heridos.
El bus, que viajaba de Cuenca a Guayaquil con 40 pasajeros, se volcó y cayó 300 metros a un barranco. Pero este no es un caso aislado.
Los siniestros se cuentan por miles. En ocho meses de este año, en el país hubo 23 346 casos que dejaron 16 656 personas con heridas. Con respecto al año pasado significa un 12% menos de víctimas.
Uno de los percances que más lesionados provocó este año también sucedió en Guayas, a finales de agosto. En esa ocasión, dos buses de transporte interprovincial se chocaron en la vía El Triunfo – Bucay y 25 personas presentaban múltiples fracturas y golpes.
De hecho, según los reportes de las autoridades de tránsito, Guayas es la segunda provincia con más lesionados en accidentes viales. Pichincha encabeza esa lista.
En Quito, en los últimos meses también se registraron lesionados en siniestros. Uno de los más recientes sucedió el pasado 23 de agosto en el sector de los Dos Puentes, sur de la capital. Un bus de transporte urbano se impactó contra seis vehículos. Siete personas tuvieron que ser trasladadas a casas de salud cercanas.
Ocho días antes, en el sector de la Mena Dos, otro percance dejó tres heridos. Un auto plomo se estrelló contra un muro a las 04:30 y los socorristas tuvieron que sacar a los ocupantes que estaban bajo del automotor en medio de vidrios rotos.
Según los agentes de tránsito, el percance fue provocado por el irrespeto de señales de tránsito y por conducir en exceso de velocidad. Precisamente estas causas son las que provocan más personas heridas.
La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) ha investigado por qué existen heridos en los choques y señala que hay 28 causas. Las tres principales razones son no respetar los semáforos y las señales reglamentarias, exceder los límites de velocidad y distraerse con el celular o pantallas de video mientras conducen. Solo entre estas tres suman 5 800 víctimas en este año.
Para reducir las cifras, las autoridades han intensificado los controles en las carreteras durante los feriados. Por ejemplo, desde el jueves se inició el operativo a escala nacional por el 9 de Octubre. Agentes de la Policía, Comisión de Tránsito y personal de la ANT estarán en las principales arterias viales.
En las terminales además se verifica el estado mecánico de los buses interprovinciales. Por ejemplo, el mantenimiento de las llantas, luces, frenos y los permisos de conducir vigentes. Los choferes incluso deben pasar por un examen de alcoholemia antes de poder viajar.
Mientras tanto, las personas que han sufrido lesiones severas tras siniestros continúan recuperándose de a poco. Eduardo M. es uno de ellos, tiene 26 años y tuvo un accidente en febrero en Santo Domingo de los Tsáchilas, cuando esperaba a su novia en su vehículo. Un tráiler lo impactó por rebasar a otro carro. Su cuerpo quedó atrapado entre el metal de su auto y su rostro quedó desfigurado.
Tuvo más de ocho fracturas y fue hospitalizado durante cuatro meses. En ese tiempo su madre y sus dos hermanas se turnaron para acompañarlo. Ellas le daban de comer, lo bañaban y hasta lo ayudaban para ir al baño.
Hasta el momento los doctores le han realizado cuatro operaciones. La última fue hace tres semanas y su madre dice que fue un milagro que sobreviviera al impacto. Ella aún recuerda cuando llegó al lugar y vio a su hijo inmóvil dentro del carro destrozado. Creyó que estaba muerto.
Algo similar pensaron los familiares de las 17 personas lesionadas en el siniestro del miércoles. Ellos fueron llevados a Guayaquil donde recibieron los primeros auxilios.
Cuatro días después del incidentes todavía se desconoce el número exacto de pasajeros que viajaban en el transporte. Según versiones de los heridos, la unidad salió de Cuenca con cinco o seis personas y en el camino subieron los demás pasajeros, por lo que no hay una lista oficial, contó Lucrecia Coronel, hermana de uno de los fallecidos.
Su hermano no había comprado pasaje y teme que eso complique las acciones legales que piensa seguir para que se esclarezca el accidente.
Espera que no quede impune. Informe En ocho meses, en el país hubo 16 656 heridos en siniestros de tránsito. Las últimas 17 víctimas se reportaron el miércoles.
Fuente: http://www.elcomercio.com/actualidad/heridos-accidentes-velocidad-victimas-danos.html.
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