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Jacobo Bucaram, exdiputado del extinto PRE. Foto: Miguel Castro / El Telégrafo
El exdirigente político describe el reparto del Estado que habría ocurrido tras la salida de Bucaram. Asegura que hubo compra de conciencias, pero se rehúsa a dar los nombres de esos congresistas.
Los audios que se mostraron en el enlace ciudadano del sábado pasado han recordado al país cómo eran nombrados los ministros de Estado en el pasado y el rol preponderante en la política de León Febres Cordero.
Jacobo Bucaram, quien fuera jefe del bloque del PRE cuando se nombró a Fabián Alarcón como presidente interino, recuerda la época.
ENTREVISTA
Días antes de la caída de Bucaram hubo reuniones de jefes de bloque. ¿Qué sabía usted de los acuerdos que se estaban negociando?
La conspiración contra Abdalá Bucaram arranca el mismo día en que ganó la presidencia y tuvieron que reconocerlo. Él denunció el Plan Zorro y el 3 de febrero se estaban reuniendo para tumbar a Abdalá: Rodrigo Borja, Heinz Moeller, Osvaldo Hurtado, León Febres Cordero (él no estuvo, sino Jaime Nebot), Freddy Ehlers, Raúl Baca, doña Juana Vallejo, José Gallardo, Rodrigo Paz e Iván Narváez. Son hechos históricos que no los digo yo sino documentos históricos; aquí se reúnen conspicuos hombres de la derecha, después viene el reparto porque Fabián Alarcón fue un títere.
¿Pero cómo fueron los momentos de los acuerdos en el Legislativo?
Yo estaba tratando de defender la democracia, la Constitución. Alarcón me llamaba permanentemente y me decía: Jacobo, esto está dado, esta resolución está tomada, si no soy yo es cualquier otro, no hagas ninguna locura. Él temía que yo me le metiera y por eso me tuvieron todo el tiempo con escolta legislativa; la misma escolta presidencial traicionó a Abdalá y vino al Congreso; yo no me podía mover, me tenían encerrado en mi oficina con un grupo de personas y estábamos listos para defender la Constitución.
Usted se reunió con otros jefes de bloques, ¿qué tanto supo de los cabildeos?
Nos marginaron, ya había un plan en contra del gobierno y me tocó ver cómo los diputados se vendían al mejor postor, cómo le ofrecieron la Presidencia de la República a Álvaro Noboa a cambio de cantidades millonarias. Abdalá se cae porque no pagó las exigencias económicas de muchos diputados.
¿Quiénes fueron esos diputados?
Se dice el milagro, no el santo.
El pasado sábado salió a relucir unos audios del entonces alcalde León Febres Cordero, Jaime Nebot y otros sobre cómo se iban a repartir los cargos en el nuevo gobierno. ¿Qué supo de esto?
Mire, lo único que usted puede sacar como conclusión es que por mucho que argumenten razones para el golpe de Estado: que el precio del gas, que Abdalá come guatita, que Abdalá baila con Yesenea Mendoza, que Abdalá es mujeriego, bajo ninguna circunstancia los objetivos fueron nobles, fue la captación del poder y de que le corten los privilegios y canonjías a estos grupos humanos.
¿Alarcón fue el eje de todo este andamiaje en el legislativo?
Alarcón fue el títere que usó la derecha para manejar el poder, estuvo al servicio de ellos durante el tiempo que asumió la Presidencia de la República, fue un presidente espurio, independientemente de los afanes golpistas que se dieron a través de la Embajada americana.
¿Qué conoció del gabinete de Alarcón que se formó después?
En ese gabinete estaban conspicuas figuras de la derecha del país, como Ramiro Ricaurte, Gonzalo Baquero, Guillermo Wagner, Mario Jaramillo, Flor María Valverde, Juanita Vallejo, César Verduga, Édgar Rivadeneira, Carlos Dávalos, Marco Flores, Raúl Baca, Álvaro Bermeo, Benigno Sotomayor, José Ayala, Diego Ponce, Wilson Merino, Pedro Saad, todo un complot de los comodines de la derecha como el MPD y Pachakutik en esa época; ahí estaban todos que se decían de izquierda, pero que estaban en contubernio con la derecha; se repartían el Estado como una torta.
¿Era usual ese reparto?
En todo el mundo se estila cogobernar, pero esto no era un cogobierno, a mí me tocó vivir el drenaje de muchos diputados a los que compraron. Quien mayor número de diputados del PRE compró fue la ID y había el famoso hombre del maletín y en todo periodo legislativo hubo uno o dos diputados del PRE, gente humilde que fue comprada, tanto es así que a uno le decían el Lotto porque en esa época había un sorteo en que se rifaban cien millones de sucres y como a él le dieron cien millones de sucres le pusieron ese alias.
¿De quién se trataba?
No voy a decir el nombre y apellido porque fue un hombre humilde que por necesidad lo hizo y que ahora sigue chiro a pesar de los cien millones.
¿Dentro del mismo partido?
Hubo muchos, revise la historia, hubo muchos diputados que se fueron por intereses; el día más álgido, cuando se consiguió la amnistía de Abdalá Bucaram en el Congreso, uno de nuestros diputados lanzó un objeto que le cayó a Dahik cuando aparentemente estaba dirigido a Jorge Bustamante (Édison Villamagua lanzó el famoso cenicero), y a esos dos diputados que participaron en ese hecho de violencia los acogió la oposición. Revise la historia de los incidentes y ahí se va a percatar de cómo estaban amarrados en esa época.
¿Considera que hechos como los ocurridos en 1997 pueden suceder nuevamente?
La semilla de los golpes de Estado está latente, en algún momento tratarán de hacerlo eclosionar, eso es un hecho y un secreto a toda voz. (I)
Fuente: EL TELÉGRAFO
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