Oswaldo Ávila Figueroa, ex docente universitarioLos valores se han perdido o extraviado en una parte del sector social y con notoria incidencia en el ámbito político, donde irradia, intensamente, el irrespeto al prójimo, la violencia y otros desvíos del comportamiento del hombre y la mujer.
El rescate de esos valores es tarea de todos, principalmente de los medios de oposición al régimen; pero, lastimosamente, alejados de su sagrada misión, sus columnistas, en la mayoría, alientan las protestas callejeras y siguen ofreciendo espacio a los de siempre, políticos fracasados y revoltosos, en su intención por debilitar al gobierno de la Revolución Ciudadana y a su líder Rafael Correa Delgado.
Allí en la línea de beligerancia política se destaca el traidor, caracterizado por su habilidad en ocultar sus defectos y fingir lealtad a causas nobles, pero que en el crucial momento de las definiciones, abandona a sus compañeros de ruta, sin importarle su dignidad, acosado por la ambición del poder y el dinero.
En la oposición se ubican unos cuantos traidores, que en su afán de conseguir algo se adhieren a sus rivales de ayer, revelando su miserable formación conductual.
Asombra también la presencia en la oposición del desagradecido, ser mediocre, egoísta y vanidoso, que se avergüenza de haber recibido favores de este gobierno o finge olvidarse para justificar su ridícula participación en la violencia callejera.
El desagradecido no respeta, ni corresponde gratamente, al régimen de la Revolución Ciudadana que se esfuerza por construir una nueva patria, libre de la extrema pobreza y explotación.
Con mucha pena observo a unos cuantos jubilados, como protagonistas, de algazaras y griteríos callejeros, olvidándose que este gobierno abrevió el trámite de jubilación obligatoria y voluntaria con un importante incentivo económico e incremento en la pensión mensual.
El ecuatoriano grato reconoce la gigantesca obra social del régimen del Buen Vivir y que abarca, educación, salud y cultura; construcción de carreteras, aeropuertos, centrales hidroeléctricas; erradicación de la pobreza extrema e implantación de la equidad y justicia.
Resplandecen e ilustran al país los proyectos avanzados de las universidades Yachay, Ikiam y de las Artes y el mejoramiento de la educación en sus tres niveles. El desagradecido después de recibir favores encuentra defecto a todo e incluso rechaza las obras y gestiones proyectadas en su propio beneficio.
Otro que se agrega a la oposición belicosa y golpista es el ambicioso, ser despreciable e indigno que se caracteriza por el desmedido afán en conseguir fama, poder y dinero. Atropella y hasta elimina a supuestos rivales que se le cruzan en el camino de sus ambiciones.
Con unos cuantos rufianes involucrados, la oposición política se torna peligrosa por su agresividad en conseguir sus aviesos propósitos: frenar el proceso de la Revolución Ciudadana.
Todavía hay mucho por transitar y hacer para construir la patria nueva.
La dirigencia de Alianza PAIS, como le corresponde, en la era del cambio, se abrió al diálogo desde su apertura como gobierno y ahora fortalece su organización y el poder de convocatoria para las movilizaciones urgentes, si el caso lo exige, para defender la democracia de los intentos golpistas, de los traidores, ambiciosos y malagradecidos. (O)
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