miércoles, 15 de julio de 2015

No hay posibilidad de retroceder

***SNN



Leonardo Vicuña Izquierdo
leovicuna@hotmail.com

Son múltiples los avances del país con la Revolución Ciudadana (RC), recordamos lo más importante. Recuperación de la soberanía y el petróleo, entregados por la partidocracia sumisa a su vez con el FMI y sus políticas neoliberales o de rapiña. Renegociación soberana de la deuda que contratada por las élites hipotecaron la nación; búsqueda de crédito externo con propósitos productivos; aumento de la inversión social como nunca antes y cambios de fondo en salud, educación, seguridad social, medio ambiente, vivienda, recreación, etc. 

Fortalecimiento de la infraestructura energética; apoyo a la integración solidaria. Los resultados son indiscutibles, reducción del desempleo, la pobreza y menor concentración de la riqueza, siendo un permanente objetivo su redistribución que, bien programada y socializada, tendrá apoyo popular total y no dará lugar a la mentira y el engaño de parte de la insaciable y egoísta burguesía.

Todo esto se ha dado en un marco institucional democrático, con una Constitución aprobada por la inmensa mayoría del pueblo, que a su vez sirve de base para la construcción del Estado democrático y el socialismo del buen vivir, objetivo supremo del proceso; ejercicio pleno de la democracia participativa, con equidad de género; por ello la RC ha merecido el respaldo popular y ha ganado 7 elecciones y 3 consultas consecutivas. El Presidente ha sido tres veces electo, dos en primera vuelta y en forma contundente frente a Gutiérrez y Lasso, apoyados por la banca, grandes empresarios, transnacionales, PSC y la derecha en pleno; así como, en forma encubierta, por dirigentes traidores de la izquierda pro derecha, que nuevamente concurren juntos en actividades subversivas para desestabilizar, hacia el golpe de Estado; como estuvieron el 30-S para lo mismo.

Quieren volver al pasado y ese es su proyecto; con ellos no es posible el diálogo; tampoco con dirigentes momificados, sin brújula, que tienen la misma agenda de hace 40 años.

El diálogo y consecuentes acuerdos no son con la burguesía entreguista, es con los excluidos del proceso, para lo cual hay que tender puentes para integrarlos, sobre bases comunes de interés del pueblo y la patria, por la democracia y la continuidad del proceso, así como por la consolidación de las reformas, de claro beneficio para los pobres, trabajadores, pequeños y medianos productores, y hasta grandes empresas beneficiadas con las inversiones y gigantesca obra pública, así como por el manejo certero de la economía.

El gobierno, Alianza PAIS y todos los que apoyamos la RC tenemos que impulsar la agenda concertada, en la que constan las revoluciones agraria, urbana, ética, la construcción definitiva del Estado democrático, la organización efectiva de la economía popular solidaria, entre otras,  para lograr un Ecuador de justicia y equidad, soberano y digno, en constante crecimiento, impulsando además la construcción de la Patria Grande. No hay posibilidad de retroceder; el apoyo popular es gigante y está presente; y los resultados de la gestión son positivos para el país y sectores populares. El Gobierno debe mejorar sus formas de comunicación, reajustar su equipo, incorporando junto a jóvenes capaces a profesionales honestos, de izquierda, probados en la lucha; y AP debe fortalecer sus directivas, con comisiones especiales, una mejor acción política,  capacitación, asesorías y vocerías eficientes.

Hay que superar la coyuntura con serenidad y firmeza, con flexibilidad y sin sesgos, observando los principios y objetivos inclaudicables de la RC. No hay tiempo que perder, a la derecha y sus sirvientes hay que enfrentarlos y derrotarlos en todos los terrenos; hoy, más que nunca, la unidad democratización y eficiente organización es una obligación cívica y patriótica. Los bolivariano-alfaristas, en esta hora de la patria, comprometemos, una vez más, nuestra acción solidaria, con lealtad y firmeza. (O)



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