***SNN
Fuente: Expreso
Un Decreto Ejecutivo dispuso la fusión de la Casa Militar Presidencial y el Escuadrón de Transporte Aéreo, en la Unidad Operativa “Servicio de Protección Presidencial” (SPP) que tendrá a su cargo planificar, gestionar y controlar las operaciones de la seguridad del presidente y del vicepresidente de la República, del Secretario de la Administración, y de sus familiares dentro y fuera del país.
La unidad coordinará con la Secretaría Nacional de Inteligencia (SIN), seleccionará y evaluará a todos quienes colaboren ocasional o permanentemente en esta nueva instancia de seguridad.
El personal militar, policial y civil que integre el SPP permanecerá cumpliendo funciones en esa dependencia al menos por un período de Gobierno, durante el cual deberán ser capacitados y evaluados.
Solo podrán ser relevados por necesidades del servicio de las Fuerzas Armadas o de la Policía, por incumplimiento de parámetros de calificación de las funciones asignadas, faltas disciplinarias o penales.
La decisión gubernamental tiene reparos desde varios sectores. El ex oficicial de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), Ernesto Checa, opina que no es factible una vinculación directa entre el trabajo estrictamente operativo y aéreo, con la seguridad de la presidencia de la República. “Son actividades disímiles, no creo que pueda funcionar de una manera eficiente, por el momento no es prudente”, sostuvo.
Además, la operación aérea requiere de una estructura amplia, y en ningún caso debe ser descentralizada hacia otra organización que dé seguridad. “Esto solo funcionaría se existiese un escuadrón con múltiples aeronaves”, aseveró. Es desubicado querer que se subordine una unidad operativa aérea a aspectos de seguridad física, indicó Checa.
El politólogo Teodoro Bustamante también considera que la transferencia de funciones ocasionará problemas en las líneas de mando de la FAE. “Creo que la decisión demuestra inseguridad y miedo que pase algo (…) espero que no se cree una pequeña guardia y fuerza personal”, advirtió.
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