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“¡¿No me digas?!”, han reaccionado los medios norteamericanos.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, ordenó el endurecimiento de las reglas que rigen las relaciones de los militares con los medios de comunicación.
Bajo los nuevos lineamientos, los altos funcionarios militares deberán notificar al departamento de asuntos públicos antes de conceder cualquier tipo de entrevistas a la prensa.
La decisión se produce días después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, despidiera al comandante de las tropas de EE.UU. en Afganistán, el general Stanley McChrystal, tras criticar a funcionarios del gobierno en una entrevista que le concedió a la revista Rolling Stone.
Según informó el reportero de la BBC Nkem Ifejika, en el documento de tres páginas enviado tanto a altos mandos militares como al personal civil del Pentágono, Robert Gates dijo que el Departamento de Defensa se había vuelto más estricto en la forma cómo se relaciona con los medios de comunicación.
“Interacción”
Gates señaló que las relaciones actuales con la prensa a menudo incumplían las normas y procedimientos establecidos.
El documento titulado “Interacción con los medios de comunicación”, también advirtió que cualquier persona que fuera sorprendida en la filtración de información clasificada sería procesada.
A pesar de que la nueva guía surge tan sólo unos días después de que el presidente Obama despidiera a su principal general en Afganistán debido a los polémicos comentarios que hizo a la prensa, el Pentágono insiste en que se estaba trabajando en el documento antes de la publicación del artículo, agregó Ifejika.
Un perfil del general Stanley McChrystal en la revista Rolling Stone incluía comentarios críticos sobre miembros de alto rango del gobierno de Obama, entre ellos del propio presidente.
El mandatario estadounidense convocó al general McChrystal a Washington y le obligó a retirarse prematuramente.
El presidente dijo que “la conducta representada en el artículo recientemente publicado no alcanza los estándares que debería mantener un general en comando. Debilita el control civil de los militares que está en el corazón de nuestro sistema democrático”.
Un portavoz del Pentágono aseguró a los medios de comunicación que el documento no tenía por objeto restringir la información de prensa o el acceso a los funcionarios. Según dijo, no era ni un bozal, ni una cortina de hierro, ni se trataba de una línea de combate, concluyó Ifejika.
“¡¿No me digas?!”, han reaccionado los medios norteamericanos.
Fuente: Cubadebate
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