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VINCES, Los Ríos. En el Juzgado de este cantón se realizó la audiencia de formulación de cargos a dos detenidos, uno menor. Decenas de personas acudieron ayer al sepelio del niño de 8 años que fue agredido cuando salió a jugar.
Lágrimas, gritos desgarradores y hasta desmayos se observaron en el sepelio de pequeño J.T., a quien su familia llamaba de cariño Pocholito, quien la tarde del pasado sábado fue atacado por tres jóvenes (dos de ellos menores de edad), quienes lo habían invitado a jugar en una bananera, ubicada a 20 minutos de la hacienda La Florida, donde vivía, en Baba, Los Ríos.
Ayer, a las 14:00, decenas de personas de recintos aledaños y de la cabecera cantonal acompañaron a la familia para darle el último adiós al niño. También estuvieron sus compañeros y profesores de la escuela fiscal Juan Montalvo, donde la víctima cursaba el tercer grado.
La fila de personas desde el recinto Cimarrón hacia el cementerio parecía interminable, pues a medida que iban caminando se unían otras notoriamente sorprendidas y conmocionadas por el sadismo con que el pequeño había sido agredido en la bananera, donde primero lo habrían violado y luego, cuando aparentemente estaba inconsciente y con fuerte hemorragia, le provocaron lesiones en el intestino grueso, lo que le originó una peritonitis que le ocasionó la muerte.
“El niño tenía destrozado el intestino grueso, en el que se encuentra el excremento, el que se derramó provocando peritonitis. Esto fue porque le ingresaron algo largo por el ano que destrozó sus intestinos”, argumentó Jorge Salvatierra, médico forense de la Policía.
Antes de llegar al cementerio el féretro con los restos de Pocholito fue llevado a la escuela donde hasta el viernes había acudido a clases. Ahí, maestros y compañeros le rindieron un homenaje póstumo. Bryan, uno de los pequeños, lloraba desconsolado por la tragedia, y decía que jamás iba a olvidarse de su alegre y juguetón amigo.
En la iglesia las muestras de solidaridad y las palabras de reflexión de varias personas que acompañaron en la misa de cuerpo presente arrancaron lágrimas a los presentes. Pero más conmovedor fue el instante en que fue llevado al cementerio general para sepultarlo.
Mientras tanto el comandante de Policía, Mario Acosta, dijo que dos de los presuntos responsables, Marcelo Rafael Ruiz Sánchez, de 18 años, y el menor de 14 años J.M.G.H. pasaron a órdenes de las autoridades de justicia; y habría un tercer involucrado que está prófugo. Al mayor ya se le realizó la audiencia de formulación de cargos y quedó detenido en el centro de rehabilitación. El otro fue entregado a la Dinapen y trasladado al Centro de Menores Infractores de Guayaquil.
José Torres, padre de niño, indicó que ellos no descansarán hasta que se haga justicia por la muerte de su hijo, ya han presentado la denuncia y dijo que solicitarán la pena máxima. Su hijo era el segundo de cuatro y el único varón. Sus hermanas tienen 10 y 5 años; y 2 meses.
Ante la detención de presuntos responsables, familiares de Pocholito señalaron que no descansarán en paz hasta que se haga justicia. El cuadro desgarrador que le tocó vivir a la madre del niño al verlo morir en sus brazos mientras lo llevaban de Baba a Guayaquil, es algo que ha marcado su vida.
Daniel Torres, tío del menor, comentó que durante el trayecto del viaje en la ambulancia, la madre de la víctima, le dijo a la criatura: “Pocholito quieres ver a Marcelo y J.”, pero él le había contestado “no”. “Ellos fueron que lo violaron por eso la criatura no los quería ver”, dijo.
Otro implicado
Después de la agresión, Pocholito fue llevado a la emergencia del hospital de Baba, en Los Ríos, pero ante la gravedad de las lesiones lo trasladaron al del Niño en Guayaquil, donde dejó de existir la noche del sábado.
Dinapen
El menor de edad implicado en la agresión al pequeño de 8 años pasó, desde el fin de semana, a órdenes de la Dirección Nacional de Policía Especializada en Niños y Adolescentes.
Fuente: EL UNIVERSO*
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