viernes, 18 de noviembre de 2011

Campo manabita ansía lluvias o que llegue comida para reses

***SNN





ESTERO BRAVO, Manabí. Ganado enflaquecido predomina en parcelas y fincas de esta comunidad, perteneciente a Olmedo.


En el campo manabita, el 2011 ha sido “un año fatal”. Augusto Pilozo, poblador de la comunidad Estero Bravo, de este cantón, reseña que primero un brote de rabia bovina, en junio pasado, impidió que durante un mes se comercialice ganado vacuno y ahora las reses han enflaquecido porque no hay pasto verde a causa de la falta de lluvias. Ese desaliento además se refleja en Tosagua, Jipijapa, Junín, Paján, Chone y otros cantones ganaderos de Manabí.


En Olmedo, la producción de leche bajó y ello desespera a pequeños ganaderos. Pilozo relata que hasta hace un mes sus doce vacas producían 50 litros de leche al día. Ahora apenas 12.


Obtiene algo más de $ 4 vendiendo a $ 0,34 cada litro. Y eso debe alcanzarle para comer y comprar cáscara de fréjol de palo u otro componente que reemplace al pasto seco. “Prácticamente no me queda nada. Ahora que estoy enfermo ya solo cuido mis últimos centavos: o hay para mis medicinas o hay para el veterinario que atiende a mis vacas… yo no quiero morir ahora, pero mis compañeritas (vacas) se me pueden perder si no llueve pronto”, reflexiona.


En Loma Amarilla, otra comunidad de Olmedo, la situación no varía. Alfredo García teme que las reses mueran por falta de alimento, como ha sucedido, según escuchó, en algunas de las 93 comunidades del cantón. Aspira a que el Gobierno envíe, como ocurrió el año pasado, alfalfa, guineo y balanceado para el ganado.


En Olmedo, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), hay más de 35 mil reses. Se estima que unas 300 se comercializan cada semana.


Nilton Mieles, director técnico del Magap en Manabí, sostiene que aunque las reses han perdido peso todavía no hay reportes de mortalidad.


Sin embargo, el alcalde de Olmedo, Gregorio Zamora, señala que ha conocido que al menos cinco reses han muerto en los últimos días por falta de agua y ausencia de pasto. “Me dijeron que en Estero Bravo y el sitio La Iglesia han muerto algunas reses y eso ya es preocupante”.


Gregorio Salavarría, director de la Federación de Ganaderos del Ecuador, dice que el déficit hídrico se ha vuelto recurrente en Olmedo en los últimos 8 o 10 años. Opina que obras de contingencia como la construcción de albarradas (especie de reservorios para almacenar agua lluvia), no se han ejecutado.


“Ahora tenemos problemas entre vecinos. Las reses se pasan a zonas ajenas o se meten al caudal del río seco tratando de arrancar las pocas plantas”, cita Salavarría, quien afirma que hasta hace dos meses sus reses producían 350 litros de leche al día, pero ahora decreció a 140, una baja de casi el 60%.


Y si la falta de pasto y agua suponen un tormento en las comunidades, en la cabecera cantonal la situación es deprimente. El río Puca, que atraviesa la ciudad, prácticamente está seco y la poca agua reposa en el afluente es aprovechada por la ciudadanía, aunque la mayoría se abastece con tanqueros.


El alcalde dice que aún espera que se concrete la construcción de la represa Pajarito, ofrecida por el presidente Rafael Correa. “Han fallado los mandos medios, me cargan como la pelotita; la gente está sufrida (…) hasta creen que por mi culpa no les llega el agua”, dice.


Incluso se han secado los cuatro pozos que hasta hace cinco meses abastecían de agua a un gran número de habitantes.


Detalles: Situación ganadera
95% de reses enflaqueció
En Manabí hay alrededor de un millón de reses. El 95% enflaqueció por falta de alimento, estima el Magap. Descarta casos de mortalidad.




Fuente: EL UNIVERSO*

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