A sus 82 años, María Antonieta Vera es la feliz madre de 24 hijos, de los que le sobreviven 18.
Dicha cifra en la actualidad puede sonar demasiado grande para muchos padres. Sin embargo, hace unas 5 décadas las familias numerosas eran comunes en las campiñas manabitas.
En el caso de María Antonieta, sus hijos le han dado muchas alegrías, como el tener 60 nietos y un centenar de bisnietos, a los cuales, confiesa, en más de una ocasión les ha confundido el nombre.
Oriunda del sitio Jaboncillo de Río Grande, en Chone, María Antonieta formó su “gran familia” junto a Isidro Ramón Andrade Villamil, quien murió hace 13 años.
“Anteriormente había más amor, fidelidad, comprensión, y sobre todo se hacía lo que Dios quiere que hagamos y ese fue siempre nuestro puntal de unidad”, indicó Maria Antonieta.
DIFERENTES.
Luis Laz (76) y Olaya Toala (75) unieron sus vidas hace más de 57 años, logrando tener un total de 11 hijos. Doña Olaya comenta que entonces eran otros tiempos, por lo que el número de hijos no era una dificultad. “Mi esposo trabajaba como agricultor y nos mantenía sin problemas, mientras yo educaba a los niños”, indicó.
Su opinión la comparte Don Luis, quien no se imagina a una pareja actual que pueda mantener y educar a ese mismo número de hijos. “En ese tiempo era todo barato, uno podía tener varios hijos y no pasaba nada. Ahora el dinero no alcanza”, indicó.
DESAPARECIENDO.
Aracely Mendoza es madre de una niña de cuatro años y no piensa en ampliar su familia. “Mi amor hacia ella es infinito, pero en estos tiempos mantener otro hijo es difícil”, dijo.
Ante este y otros casos similares, Pedro Saldarriaga, psicólogo clínico, considera que “la visión de las familias manabitas ha cambiado por la cuestión laboral”.
Agrega que el tener hermanos “es una oportunidad para que los niños socialicen desde temprana edad, a aprender a convivir y estrechar lazos fraternos”.
SON UN RIESGO.
José Cárdenas, ginecólogo, indicó que las mujeres multiparas (que han dado a luz más tres veces) pueden presentar problemas de salud durante y después del embarazo. “Entre más embarazos, la mujer es más propensa a tener complicaciones, como diabetes gestacional, preeclampsia y eclampsia y hasta infecciones genitales y a nivel de glándulas mamarias”, indicó.
Además, señaló que “al llegar a la tercera edad estas madres puede presentar distención de músculos y por ende descenso de vegija, útero o ano”. “La mujer es la única que puede decidir cuántos hijos tener, sin embargo, por salud no deberían sobrepasar los cuatro”, indicó.
Fuente: EL DIARIO
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