viernes, 5 de junio de 2015

La gesta de Alfaro cumple 120 años

***SNN




La gesta de Alfaro cumple 120 años
ECUADOR ERA UN HERVIDERO POLÍTICO A INICIOS DE 1985 CON PROTESTAS EN VARIAS CIUDADES



 El legado de la Revolución Liberal perdura hasta nuestros días: desde el voto de la mujer hasta el matrimonio civil y el divorcio. 


La obra emblemática de su gestión, el ferrocarril, nuevamente circula por la Cordillera de los Andes y su pensamiento ha sido rescatado en los últimos años.


 La Revolución Radical 

POR: Fernando Falconí Calles 

 Hoy se conmemoran ciento veinte años de la Revolución Radical liderada por José Eloy Alfaro Delgado. El 5 de junio de 1895, el pueblo guayaquileño considerando que: “Las ideas liberales son las que están más en armonía con la civilización y el progreso modernos y que son ellas las llamadas a hacer la felicidad de la República”, decidió desconocer al Gobierno y “Nombrar para Jefe Supremo de la República y Jefe del Ejército al benemérito General don Eloy Alfaro”. 

El acta fue suscrita por más de 15.000 personas en todo el país. 

Este acontecimiento es el punto de partida de uno de los capítulos más importantes de nuestra historia. En efecto, el legado de Eloy Alfaro Delgado y su proyecto político han superado las fronteras del tiempo y del espacio. 

 Desde muy joven, el ilustre manabita se adhiere a los postulados de la Revolución Francesa. Cree firmemente en las garantías fundamentales de las personas, promulgadas por la Asamblea Legislativa de Francia en 1789. 

Hombre de profunda sensibilidad, sacrificó sus intereses personales y familiares por los intereses de las empobrecidas mayorías de la patria. Los más humildes fueron sus mejores soldados: en los campos costeños combatieron en primera línea los bravos montoneros; en la Sierra lo hicieron miles de valerosos indígenas.

 Fue el general Alfaro precursor de la educación laica, de los derechos civiles, de la inclusión de la mujer en la vida pública, de la integración nacional, de la integración latinoamericana y caribeña. El estadista Alfaro tenía una amplia visión política.

 Adelantándose a los tiempos, comprendió que solamente la unidad de los países latinoamericanos y caribeños frenaría los abusos expansionistas de Estados Unidos. Por ello trazó planes con José Martí para apoyar la lucha independentista de Cuba. 

Con el venezolano Joaquín Crespo, el nicaragüense José Santos Zelaya y el colombiano Juan de Dios Uribe, suscribió el ‘Pacto de Amapala’; en este documento establecen que todos se ayudarían en beneficio de la causa liberal. 

Apenas llegado al poder, invitó a Colombia y Venezuela para discutir un proyecto que tenía como objetivo restablecer la Gran Colombia. En esta misma línea de acción, convocó a un Congreso Internacional que se realizó en México en 1896, al que lamentablemente concurrieron pocos países como resultado de la intervención directa de Estados Unidos para boicotear dicha cita.

 Este Congreso, sin embargo, emitió una declaración contra la manipulación de la Doctrina Monroe, puesta en práctica por EE.UU., a partir de 1823. 

El prestigio de Alfaro crecía por su apoyo solidario a las justas causas de los países hispanoamericanos. 

 A usted, querido General, quisieron matarlo los terratenientes, los dueños de los bancos, los que no aman al pueblo ni a la patria. Quisieron. No pudieron, no podrán. Usted está en la Alba, Unasur, Celac. 

 Está presente en las escuelas del milenio, porque hoy estudian allí los descendientes de los que combatieron junto a usted en los campos de esta hermosa patria. No podrán matarlo, mi General, porque usted inspira el Buen Vivir. 

No podrán matarlo, querido General, porque usted forma parte de la Revolución Ciudadana, que es Bolivariana y Alfarista. No podrán matarlo porque usted fue nombrado el mejor ecuatoriano de todos los tiempos.







Fuente: EL TELEGRAFO



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