El modelo oligárquico es el Ecuador del pasado

***SNN

Su “cerebro”, “corazón” y “cojones”, si es que los tienen, solo pueden servir a sus egoístas intereses y a los traidores vendepatria


POR: Leonardo Vicuña Izquierdo
leovicuna@hotmail.com


Al tenor del discurso de Jaime Nebot en el último plantón, lleno de insultos, demagógico, irrespetuoso, quimérico y hasta obsceno y fuera de sí, la conclusión es clara: convoca a sus seguidores a volver al pasado. 

No es posible el diálogo con ellos sobre ‘El Ecuador que queremos’ que debe basarse en la equidad y redistribución de la riqueza. Ya tienen decidido su plan; el retorno al viejo país, regentado por el neoliberalismo del FMI, que lo destrozó por todos los costados. 

En cambio, el pueblo ha apoyado democráticamente a Rafael Correa, que ha ganado 10 elecciones consecutivas con el proyecto Revolución Ciudadana. 

El diálogo solo cabe en temas puntuales o de procedimientos administrativos. Es repudiable que en un evento político se pierdan los estribos, insulte y como él mismo dice, se “encojone”; y enceguecido de soberbia y prepotencia imagine estar en el poder, al que en dos ocasiones ha intentado llegar y ha sido derrotado por el pueblo; y que como un Calígula moderno pregunte y repregunte a sus asoleados manifestantes, focalizados en Guayaquil, uno u otro adefesio y luego haciendo el show los “aprueba” como parte de “su modelo” de país. ¿Cuál modelo? El mismo de siempre: el Estado al servicio de la banca, someter a la sociedad a los ‘libres’ mercados, aperturismo para relegar la producción nacional. En lo político, cuasi liquidar el Estado, volver a los fraudes, al reparto de la troncha, a la represión y el miedo. 

Sorprende, sin embargo, que por la llegada del papa Francisco se difunda un afiche con la frase ‘Arriba los corazones’. ¿Se puede creer? ¡Hay que estar alerta!

La palabrería del pasado 25 es eso, puro blablablá. Cuando exclama: “Están matando la confianza” es cierto, la de las élites, que asaltaron el país y ya no pueden volver a hacerlo; cuando afirma que no se los quiere oír, debemos recordar que son ellos los que jamás oyeron el clamor del pueblo. Cuando dice “quieren dividir”, olvida que la oligarquía siempre ha querido dividir al pueblo, pero la mayoría la ha derrotado. Cuando señala: “El Ecuador no está en venta” es un decir hipócrita, pues son las trincas las que una y otra vez lo han subastado, entregaron la base de Manta a EE.UU.; o cuando han asaltado los dineros públicos, establecieron la AGD, impusieron la dolarización y el feriado bancario, etc.

Se dijo que quieren “impedir que se ultraje al Ecuador”. Es la oligarquía la que lo ha ultrajado siempre, entregando sus riquezas, vendiendo su soberanía y pisoteando su dignidad.

El país soberano, digno y de progreso que se está construyendo con la Revolución Ciudadana, presidido por Rafael Correa, está vigente con tantos cambios realizados; perdurará, con más reformas, a pesar de los embates de las élites, alentadas por el imperialismo.

Todo lo demás es cuento, es como pedirle peras al olmo, pensar que los explotadores quieran dialogar para defender al pueblo, a las familias pobres, a las pequeñas y medianas empresas, y menos quieren el progreso de la nación. 

Su “cerebro”, “corazón” y “cojones”, si es que los tienen, solo pueden servir a sus egoístas intereses y a los traidores vendepatria. 

Que la Revolución Ciudadana y sus bases políticas jamás pierdan la perspectiva de la segunda y definitiva independencia, del ideal del socialismo y la solidaridad, al costo que sea. Su unidad y eficiencia, la base política de AP y la acción coordinada con los aliados y movimientos sociales son una exigencia de la patria. (O)