lunes, 17 de octubre de 2011

Empleados de casinos esperan su liquidación

***SNN







Después de caminar tres horas, desde el Mercado Mayorista, al sur de Quito, hasta el barrio La Gasca (norte), René Acosta (51 años) llegó al plantón para reclamar el pago de su liquidación, luego de trabajar seis años y medio en Viña Carolina.

Esta firma manejaba 43 salas de juego a nivel nacional, con alrededor de 2 500 empleados.

Y cerró sus puertas tras la consulta popular, del 7 de mayo, donde los ciudadanos se pronunciaron, entre otras cosas, por un país libre de casinos y juegos de azar.

Acosta es parte de las 100 personas que se reunieron el pasado viernes en la puerta exterior de las oficinas administrativas de este negocio. El 9 de agosto había anunciado su alianza con la compañía nicaragüense Compubrit.

En ese entonces, la firma centroamericana anunció que invertiría USD 30 millones para que estas salas de juego se conviertan en los gimnasios Total Gym.

Efectivamente la alianza se concretó, pero los trabajadores no fueron tomados en cuenta, afirmó Ana Montesdeoca, quien también acudió al plantón. Ella se encargaba del área de Marketing, y fue quien organizó la protesta.

Desde el lunes 10 de octubre, el personal de Viña Carolina ya no pudo ingresar a trabajar. Las puertas del edificio, ubicado en la calle José Berrutieta, estaban cerradas. Aunque las salas de juego no atendían al público, la parte administrativa sí funcionaba.

Ahora la preocupación de los trabajadores son los sueldos, pues desde hace un mes y medio no les cancelan su salario. Tampoco ha habido una indemnización.

Montesdeoca señaló que su temor es que el Gerente de la empresa asegure que los trabajadores no se presentaron y los despidan por abandono del cargo.

Ante esas medidas, el grupo de trabajadores solicitó la presencia de un inspector del Ministerio de Relaciones Labores para que dé a conocer el hecho a las autoridades de la entidad.

Aunque el funcionario no dio declaraciones, solicitó a los asistentes que escribieran su nombre en una hoja de papel que él mismo les entregó.

Este Diario se contactó con el gerente de Viña Carolina, Luis Paredes, pero no contestó su celular.

Por su parte, Francisco Vacas, subsecretario de Trabajo, señaló que los trabajadores de 121 salas de juegos recibieron sus salarios hasta el pasado 15 de septiembre porque mantienen su relación laboral. Además, explicó que hasta el pasado 23 de septiembre no se reportó ninguna denuncia de despido intempestivo de trabajadores vinculados a este sector.

Según Vacas, hay unas 2 000 vacantes de reinserción de los trabajadores de los casinos. “Pero nadie se ha acogido al programa porque aún siguen en relación de dependencia con sus empleadores”.

Sin embargo, los trabajadores consultados señalaron que no confían en los planes de reconversión laboral del Gobierno porque únicamente se les da una capacitación y se deja a voluntad de las empresas su contratación.

“Solo la gente joven tiene oportunidades laborales en esos planes”, expresó Acosta, en medio de su preocupación por el futuro que tendrá que afrontar.
El lado oficial
El Decreto Ejecutivo  813    emitido el 9 de septiembre pasado señala que las salas de juego deben cerrar sus operaciones de manera inmediata.

El ministro  de Relaciones Laborales, Richard Espinosa, señaló que hasta el mes pasado no se habían registrado despidos en las salas de juego cerradas.  

Las máquinas   incautadas servirán como garantía para el pago de las indemnizaciones de los trabajadores, que se calcula alcancen los USD 4 millones.


Pese a la prohibición, hay bingos que están abiertos

A pesar de  que existe el Decreto Ejecutivo 873, publicado en el Registro Oficial del 16 de septiembre, y en el que se señala que a partir de su  vigencia todos los establecimientos dedicados al juego de azar  cesarán sus actividades, salvo aquellos que se encuentren en hoteles de lujo, hay locales que todavía están activos.  

 
En un  recorrido que realizó este Diario la semana pasada, en Quito, se encontró dos locales abiertos, de cinco: Bingo Michelena y Panamerican Bingo.

 
El primero está ubicado en la avenida Michelena y Rafael Grau, en el sur, donde  unas 50 personas jugaban sin preocupaciones. El segundo se encuentra en las calles Mejía y Montúfar, en el centro, y ahí el panorama era similar con gente jugando. 
 
Diego Rodríguez, intendente de Pichincha en una entrevista anterior al recorrido, indicó  que en la ciudad existían 10 salas de juego y bingo. De estas, seis se acogieron a la reconversión  y cuatro fueron clausuradas.

 
Además, dijo  que  “primero verificamos  con Inteligencia si los locales están abiertos, luego intervenimos  las salas y finalmente solicitamos los permisos correspondientes. Si no los tienen se decomisan las máquinas”.
Al solicitar al Intendente una copia con los nombres de estas salas de juegos, sus asistentes entregaron una hoja en la que constaban siete salas con su respectiva dirección y los permisos bajo los cuales funcionaron en su momento. Sin embargo,  ciertas direcciones no eran exactas.

 
Por ejemplo,  la sala de juegos Súper Suerte, según ese papel, está ubicada en la avenida Michelena (sur)  y avenida Orellana (norte). Estas avenidas geográficamente no se juntan.  

 
Otra dirección que no concuerda es la de la sala Viña Carolina, pues se dice que está ubicada en las avenidas Colón y De la Prensa. Al igual que la dirección anterior, son calles que no se cruzan, puesto que  la avenida Colón se encuentra  en el centro norte  y la av. De la Prensa está en el norte capitalino.


FUENTE:EL COMERCIO

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