Lo importante y lo interesante

***SNN
por rubendariobuitron

¿Por qué mucha gente dice que la política es aburrida y, sin embargo, cuando ocurren hechos conmovedores como el 30-S aumenta el rating en la televisión, se escucha mucha más radio, se venden más períódicos, se activa intensamente el twitter y no hay descanso para los blogs y los facebooks?


Me parece que la respuesta es evidente: cuando los periodistas logramos que los hechos no solo sean importantes, sino, también, interesantes (es decir, bien contados, bien escritos, bien reporteados), recuperamos audiencias, ganamos credibilidad y captamos nuevos lectores.


El desafío, sin embargo, no es fácil. Hacer interesante lo importante puede llevarnos a excedernos. Y al excedernos, el riesgo es caer en el sensacionalismo, el amarillismo, la exageración, la falta de equilibrio, los titulares fuera de tono, las imágenes escandalosas.


Combinar lo importante con lo interesante significa, para empezar, equilibrio. Y equilibrio significa medir con exactitud (con la mayor exactitud posible) los hechos, los espacios donde contar los hechos, las maneras cómo contar los hechos, la jerarquía e importancia que demos a cada uno de los hechos, el sentido de contexto que pongamos a esos hechos, la capacidad de mostrar cada hecho con sus antecedentes y consecuentes.


No es necesario gritar para atraer audiencias. Todo lo contrario: mientras más sensatos, justos y ponderamos seamos en nuestras puestas en escena, más credibilidad tendremos o recuperaremos.


Pero eso no quiere decir que debamos caer en la rutina, en la monotonía, en la peligrosa y letal zona gris a la que las audiencias rehuyen.


Y creo que todo lo que acabo de decir tiene que ver, también, con la capacidad del equipo de Redacción. Hay que deliberar, hay que debatir, hay que discutir, hay que mirar muchas propuestas antes de decidir la que saldrá a la luz.


Y hay otro elemento sustancial: la pasión por contar los hechos con calidad. Es decir, con puro periodismo.