martes, 5 de noviembre de 2013

Los tsáchilas tienen su forma de nacer

***SNN




LLEGADA. Previo al nacimiento, la comadrona evalúa si el niño está en la posición indicada para llegar al mundo. LLEGADA. Previo al nacimiento, la comadrona evalúa si el niño está en la posición indicada para llegar al mundo.


Con sus manos, Estela Calazacón acomoda a los niños que se encuentran en el vientre materno.


 Con cautela y precisión, prepara al bebé para su llegada al mundo. Sus años de experiencia le han permitido conocer la realidad de las parturientas.


Cuando tenía 22 años, esta mujer tsáchila se bautizó como partera. Ella recuerda que una madre de bajos recursos, en medio del dolor, le pidió ayuda para traer a su hijo al mundo. Desde esa vez, Estela ha dado asistencia a 50 madres, la mayoría de su nacionalidad.


Parto humanizado

La modalidad de atención de las parteras genera un ambiente de tranquilidad en la madre, ya que se crea un vínculo con la comadrona. Esto, aseguran, garantiza que las cosas marchen de una mejor forma durante el parto.


Cuando la mujer ya está lista, Estela recoge algunas plantas curativas, que son preparadas a manera de infusión. Dicho preparado es puesto en un recipiente y colocado entre las piernas de la madre, quien se coloca de rodillas, en el piso. “Ahora ponemos una estera, pero antes yo calculaba el día del nacimiento y juntaba hojas de plátano, las secaba y ahí, sobre ellas, hacíamos la labor de parto”, detalló la mujer.


El vapor de las yerbas medicinales ingresa por el órgano reproductor y ayuda en el proceso de dilatación. La infusión también es necesaria para “sacar el frío del vientre”.


Una pomada, también de realización casera, es frotada en las piernas, las caderas y el vientre. Ésta evita que los calambres hagan su aparición durante la labor de parto. Además, la mujer bebe un preparado para aplacar los dolores y continuar con la dilatación.


En la misma posición, da su mejor esfuerzo para que su hijo salga pronto. Si se cumple con las expectativas, en el lapso de 45 minutos o una hora, el pequeño ya habrá dado su primer respiro fuera de aquel lugar que lo acogió durante nueve meses.


Cuando el cuerpo del pequeño está afuera, corta el cordón umbilical con una tijera esterilizada. Antes afilaban un pedazo de caña para cortar el cordón, “pero ahora como todo está modernizado, nosotros también”.


De 15 a 20 minutos es el tiempo idóneo para extraer la placenta. “Mi secreto es soplar en la coronilla de la madre para que baje pronto el bebé”, dijo.


Acciones

Leónidas Calazacón, responsable de la dirección intercultural de Salud, explicó que el parto ancestral de los tsáchilas está muy relacionado con el fuego. Asegura que el calor permite que el niño nazca en un ambiente armonioso y la madre no sufra tanto al dar a luz.


Durante el alumbramiento, la partera conversa, estimula y está 100% al pendiente de la madre, lo que genera un ambiente de familiaridad.


En base a los nuevos lineamientos del Ministerio de Salud Pública (MSP) existe un acercamiento con las matronas, a quienes se les capacita en nuevas técnicas de manejo adecuado, como la asepsia.


“Otro de los objetivos es crear una red de referencia y contra referencia con las unidades operativas, la comunidad y las parteras. Existe el programa denominado Res Cone, que está enfocado en temas de salud sexual y reproductiva y el parto”, dijo el funcionario. 


El eco ancestral

° La matrona tiene un secreto para saber cuál es el sexo del niño. Si la mujer inicia su caminata con el pie izquierdo es mujer y si lo hace con el pie contrario es un hombre.


50 Parteras están identificadas en la provincia tsáchila.

15 tienen una acreditación del Ministerio de Salud Pública.


"Dónde no hay médicos están las parteras y ellas deben estar preparadas”
Leónidas Calazacón. Dirección intercultural de Salud.


"Nos gustaría que los médicos y las parteras llevemos un trabajo en conjunto y podamos intercambiar conocimientos”.
Estela Calazacón,Partera.


Fuente: LA HORA



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