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LONDRES. Jackson Quiñónez, atleta ecuatoriano-español, compite hoy en la prueba de los 110 metros vallas.
Jackson Quiñónez, ahora de 32 años, dejó de ser el joven que deambulaba en las calles de Esmeraldas sin ninguna meta. Hoy es uno de los atletas más reconocidos de España –nación a la que defiende por segunda ocasión en unos Juegos Olímpicos– y también un próspero empresario en Lérida, localidad de residencia.
El especialista en vallas acumula tres participaciones olímpicas: una por Ecuador, en Atenas 2004, y dos por la península ibérica, en Beijing 2008 y Londres 2012 (el reglamento olímpico no se lo impide).
Pese a su antecedente como seleccionado tricolor, Quiñónez se siente satisfecho por los progresos que logró en España, ya que en ese país encontró todo el apoyo que un día su patria de origen no le dio. “Desde que llegué becado (1999-2000) me prestaron atención y nunca fui desatendido”, refiere.
Recuerda que cuando tenía 8 años le rogó al profesor Celso Cortez, técnico de la selección de atletismo de Esmeraldas, que le permitiera acompañar a una delegación que iba a intervenir en un campeonato nacional. “Viajo aunque sea en el pasillo (del bus), le pedí, y él me llevó”, rememora sobre el técnico. “No sé cómo el profesor nos logró enganchar en el atletismo. Éramos 16 o 18 chicos que entrenábamos todos los días en una pista de hierba y tierra en el estadio Folke Anderson. Yo me escapaba de la casa para ir a entrenar y el profesor tuvo que hablar con mi mamá para que me dejara practicar”.
El primer título internacional para Quiñónez fue en el Sudamericano escolar de 1993, para el cual se preparó seis meses.
Cuando el corredor tenía 18 años, aplicó a una beca promocionada por Solidaridad Olímpica y el Comité Olímpico Internacional para naciones del tercer mundo. La respuesta no fue inmediata. La noticia de que fue aceptado la recibió cuando ya se había ido a vivir a Cuenca. “El profesor (Cortez) me dijo: ¡Vete!, aquí no tienes futuro. No quiero verte de regreso, quédate allá!”, cuenta el atleta nacionalizado español.
De la beca en España se hizo cargo un club de Lérida (1999-2000), que le cubría estudios, alimentación, y le ayudaba económicamente. Cuando este beneficio estaba próximo a concluir, Quiñónez recibió la propuesta del Fútbol Club Barcelona para unirse y defender a esa entidad en atletismo.
Quiñónez se convirtió en atleta profesional e incursionó en los negocios. Tiene una empresa donde brinda atención a quienes desean hacer ejercicios o bajar de peso.
Hoy Jackson Quiñónez compite por España en los 110 metros vallas (04:10 de Ecuador), para lo cual lleva una marca de 13,33 segundos.
Fuente: EL UNIVERSO*
El especialista en vallas acumula tres participaciones olímpicas: una por Ecuador, en Atenas 2004, y dos por la península ibérica, en Beijing 2008 y Londres 2012 (el reglamento olímpico no se lo impide).
Pese a su antecedente como seleccionado tricolor, Quiñónez se siente satisfecho por los progresos que logró en España, ya que en ese país encontró todo el apoyo que un día su patria de origen no le dio. “Desde que llegué becado (1999-2000) me prestaron atención y nunca fui desatendido”, refiere.
Recuerda que cuando tenía 8 años le rogó al profesor Celso Cortez, técnico de la selección de atletismo de Esmeraldas, que le permitiera acompañar a una delegación que iba a intervenir en un campeonato nacional. “Viajo aunque sea en el pasillo (del bus), le pedí, y él me llevó”, rememora sobre el técnico. “No sé cómo el profesor nos logró enganchar en el atletismo. Éramos 16 o 18 chicos que entrenábamos todos los días en una pista de hierba y tierra en el estadio Folke Anderson. Yo me escapaba de la casa para ir a entrenar y el profesor tuvo que hablar con mi mamá para que me dejara practicar”.
El primer título internacional para Quiñónez fue en el Sudamericano escolar de 1993, para el cual se preparó seis meses.
Cuando el corredor tenía 18 años, aplicó a una beca promocionada por Solidaridad Olímpica y el Comité Olímpico Internacional para naciones del tercer mundo. La respuesta no fue inmediata. La noticia de que fue aceptado la recibió cuando ya se había ido a vivir a Cuenca. “El profesor (Cortez) me dijo: ¡Vete!, aquí no tienes futuro. No quiero verte de regreso, quédate allá!”, cuenta el atleta nacionalizado español.
De la beca en España se hizo cargo un club de Lérida (1999-2000), que le cubría estudios, alimentación, y le ayudaba económicamente. Cuando este beneficio estaba próximo a concluir, Quiñónez recibió la propuesta del Fútbol Club Barcelona para unirse y defender a esa entidad en atletismo.
Quiñónez se convirtió en atleta profesional e incursionó en los negocios. Tiene una empresa donde brinda atención a quienes desean hacer ejercicios o bajar de peso.
Hoy Jackson Quiñónez compite por España en los 110 metros vallas (04:10 de Ecuador), para lo cual lleva una marca de 13,33 segundos.
Fuente: EL UNIVERSO*
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