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OPERATIVO. La Policía Antinarcóticos y su unidad canina llegaron al lugar a levantar la evidencia e investigar más sobre la procedencia del alcaloide.
El cargamento de la droga estaba escondido debajo de un árbol de guayacán y en medio de unos matorrales de un terreno ubicado a 120 metros de la pared posterior del aeropuerto ‘General Ribadeneira’ y a unos 40 metros del río Esmeraldas de la parroquia de ese mismo nombre.
Fue así como la Jefatura de Policía de Antinarcóticos y la Unidad Canina de esa unidad de la Policía de Esmeraldas, hallaron ayer dos sacas de marihuana que contenían 11 envolturas de color negro que daban un peso total de 22 kilos de la yerba.
El hallazgo se produjo a las 18:00 de ayer, viernes, y fueron dos menores que cortaban monte en el lugar los primeros en encontrar lo que para ellos resultaba ser dos extrañas sacas de color rojo.
Central de radio
Escondido entre el monte hay un letrero que dice que el terreno es de propiedad del aeropuerto ‘General Ribadeneira’ y curiosamente a unos 20 metros de allí se construye una nueva central de radio ayuda que sirve para guiar a las aeronaves.
Del cuidado de esas instalaciones está a cargo un guardia de seguridad a quien, según los agentes de la Policía, los menores que cortaban el monte le informaron sobre el hallazgo de la marihuana.
Los custodios al verificar que efectivamente estaba la droga en el sitio avisaron a las autoridades del aeropuerto quienes a su vez informaron a la Policía sobre lo que estaba ocurriendo.
Primer desembarque
La Policía presume que los 22 kilos de marihuana hallados en ese terreno serían el primer desembarque que hicieron traficantes de droga y quienes la habrían introducido desde Colombia pasando por la zona norte de la provincia Esmeraldas.
“Como el cargamento estaba a 40 metros del río Tachina, creemos que éste luego del desembarque era llevado en lanchas pesqueras para ser expendido en dosis pequeñas en la ciudad o en la misma parroquia Tachina’’, según un análisis preliminar de un agente de la Policía Antinarcóticos.
En el terreno donde estaba la marihuana también hay un cerramiento donde habita una familia de cuatro personas que se dedica a la pesca en la parroquia Tachina y quienes dijeron a los agentes de la Policía desconocer sobre personas dedicadas al tráfico de drogas.
Fuente: LA HORA*
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