sábado, 15 de octubre de 2011

Reducir los problemas de inseguridad es la meta de 110 capitanes

***SNN





Los oficiales se incorporaron en sus nuevos cargos el pasado martes.



Los oficiales serán evaluados constantemente para verificar si las estrategias aplicadas dan resultados en la disminución de los índices delictivos. Las acciones ejecutadas servirán para próximos ascensos.





Los 110 nuevos capitanes -incorporados hace tres días a las filas de la Policía Nacional- se encuentran trabajando en los planes de seguridad integral que deben desarrollar en el territorio nacional para ascender a nuevos cargos.



Los oficiales son distribuidos de acuerdo a las necesidades de cada provincia. El trabajo debe estar enfocado en acciones estrictamente operativas, es decir que los resultados que se obtengan dependen de las estrategias aplicadas para brindar seguridad a la ciudadanía.



Una de las acciones que se toma en cuenta para sus posteriores evaluaciones es el trabajo que realizan en los sectores donde se identifican problemas delincuenciales.



Por ejemplo, en la ciudad de Quito, el sector de San Roque es una zona identificada por la venta de artículos de dudosa procedencia. Así como el sector de la Mariscal es considerado un punto de expendio de sustancias ilícitas.



El control y eficacia de los operativos en sitios como estos recae en estos oficiales, que de acuerdo con su capacitación en determinada área son enviados a cumplir sus labores.



Algunos de los uniformados están especializados en temas como violencia intrafamiliar.


Este es uno de los principales indicadores para asignar plazas a los agentes debido a que la agresión en el hogar es uno de los problemas con el que la Policía debe tratar en mayor frecuencia, pues este fenómeno deriva en un porcentaje considerable de asesinatos.



Para el capitán Marcelo Montenegro, quien hace seis meses se desempeñaba en la provincia del Guayas y ahora trabaja en el Departamento de Comunicaciones Estratégicas, la indiferencia de la gente es lo que fomenta que la violencia no sea denunciada y prevenida.



Para algunos oficiales se debe hacer énfasis en el acercamiento del policía a la comunidad, pues dentro de la aplicación de los planes de seguridad la represión no es una herramienta.




Las zonas rojas que existen en diferentes sectores son consideradas como un foco de trabajo obligatorio para la institución del orden.



En Guayas, el comandante Provincial de Policía de esa localidad, Carlos Aguirre, en el marco de una pequeña reunión de trabajo distribuyó y dio disposiciones al nuevo personal policial.



Dijo que se aplicarán técnicas de inclusión con los moradores de estos barrios. Estos grupos vulnerables son identificados como jóvenes pandilleros, trabajadoras sexuales, etc.



Al mismo tiempo este grupo de oficiales sirve como mediador entre sus compañeros y la cúpula policial. El trabajo de un capitán puede no desarrollarse en un solo lugar, pues son sujetos a cambio de acuerdo con las necesidades que se generen en cada provincia.



Por ejemplo, si en una ciudad determinada suben los índices de homicidios, un oficial que tenga experiencia y genere buenos resultados podrá ser trasladado a esa localidad. Las calificaciones derivarán de la baja de delitos.




Fuente: EL TELÉGRAFO*

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