domingo, 12 de junio de 2011

Cerca de 370.000 menores trabajan en Ecuador, según Unicef

***SNN


Con motivo del Día Mundial contra el trabajo infantil, que se celebra hoy, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó de que en Ecuador hay cerca de 370.000 niños trabajadores, lo que representa un 13% de la población entre 5 y 17 años.


La especialista de protección de Unicef en Ecuador, Berenice Cordero, manifestó a Efe que la mayoría de los menores está empleado en el sector agrícola, ayudando a la familia, pero también en otras actividades peligrosas en las que la ley prohíbe que trabajen niños, como en los mataderos, la minería o la construcción.


En ciudades como Quito hay una infinidad de niños que venden caramelos, periódicos y frutas en las calles y cruces, o que limpian zapatos.


La organización sin fines de lucro Plan estima que en la capital ecuatoriana trabajan 2.200 niños en la vía pública, pese a una ordenanza municipal que lo prohíbe.


En la mayoría de los casos los mismos padres obligan a trabajar a los menores para que aporten dinero a casa, de acuerdo con las organizaciones de defensa de los menores.


Según Cordero, a los motivos económicos se añaden los "factores culturales", pues ciertos sectores de la población ven "como normal" que los niños trabajen.


En Ecuador la edad mínima para laboral se sitúa en los 15 años, pero el adolescente sólo puede trabajar fuera del horario escolar y no más de seis horas al día, y tiene que estar asegurado.


Son precisamente los adolescentes los que más trabajan, lo que dificulta que continúen sus estudios de secundaria, según Cordero.


No obstante, la representante de Unicef subrayó la disminución del trabajo infantil en Ecuador, pues en 2001 había más de 700.000 niños que trabajaban, cifra que se ha reducido ahora a casi la mitad.


Cordero y Andrés Dueñas, miembro de la organización Marcha global contra el Trabajo infantil, atribuyeron la disminución al aumento de la inversión social del gobierno, por ejemplo, para que los niños tengan acceso a una educación gratuita o la distribución sin costo de libros de texto y de uniformes, lo que ha incrementado la presencia de los menores en las escuelas.


Según Cordero, mientras que en el 2000 el Gobierno invirtió 900 millones de dólares en políticas sociales, actualmente gasta 6.400 millones.


La experta señaló que donde más prevalece el trabajo infantil es en las provincias serranas, incluida Pichincha, donde está Quito, y la del Guayas, en la costa y donde está la ciudad más grande del país, Guayaquil.


Los que más trabajan son los hijos de los indígenas, quienes a menudo viven en zonas alejadas y de difícil acceso de la sierra, por lo que los niños es difícil que acudan a la escuela. Les siguen los hijos de afrodescendientes, quienes viven principalmente en la costa, y los mestizos, explicó Cordero.


Además, de cada diez menores que trabajan, 7 son niños y 3 niñas, de acuerdo con Cordero, quien enfatizó que aun así que "las encuestas no son suficientemente sensibles", porque no tienen en cuenta las niñas que realizan trabajos domésticos.


En América Latina trabajan actualmente 5,7 millones de menores y reducir esa cifra requiere de "un gran esfuerzo", indicó Cordero.


Una de las iniciativas fue, por ejemplo, la que impulsó el Gobierno ecuatoriano en colaboración con Unicef, para erradicar en 2010 el trabajo en los basureros, un reto que casi se logró, pues se apartaron de los vertederos el 98% de los 2.000 menores que trabajaban en esos lugares.


Ecuador espera poder expandir este programa a otros sectores de riesgo, como las bananeras, la pesca o los mataderos.


Dueñas argumentó que para terminar con el trabajo infantil hay que "centrarse más en la familia que en el niño, para que la familia no necesite la mano de obra infantil".


Para eso es importante que, tanto el menor como su familia tengan acceso a servicios básicos como el agua potable, la salud, la educación o una vivienda, concluyó Dueñas.


EFE

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