El sistema de salud pública ha sido olvidado las últimas décadas por la política privatizadora neoliberal. Durante los últimos 4 años del Gobierno de la Revolución Ciudadana, se ha realizado una inversión sin precedentes, que supera los 3.400 millones de dólares, ahora los ciudadanos acceden a medicina y atención hospitalaria de calidad totalmente gratuita.
La confianza ciudadana en los servicios públicos, ha generado un sustancial incremento de la atención en salud: Al momento se ha llegado a un 140% de incremento en consultas brindadas, pasando de 14.372.251, en el 2006, a 34.631.099 en el 2010.
La emergencia decretada para el Sistema Nacional de Salud responde a esta necesidad de superar este enorme incremento, cubrir áreas geográficas estratégicas y responder a la demanda ciudadana.
Tratamientos de alta complejidad, como son trasplantes de órganos, cirugías de corazón, entre otros, que antes eran prestados solo en hospitales privados a costos inalcanzables para la mayoría de la población, ahora se practican diariamente en los hospitales públicos sin ningún costo, se ha hecho mucho, sin embargo lo que falta por hacer es aún mayor.
La decisión de la emergencia sanitaria implicará una inversión histórica de $ 406 millones de dólares en el 2011, que significará un mejoramiento de la infraestructura y equipamiento de los servicios de salud, la prestación de servicios, la provisión de medicinas y suministros, un plan de intervención y mantenimiento. Así también se realizará un cambio del modelo administrativo – financiero y en el sistema informático para alcanzar la eficiencia.
El objetivo general de la emergencia sanitaria es fortalecer de manera importante la estructura hospitalaria hacia una atención digna y eficiente. La declaratoria de emergencia en salud se llevará a cabo, bajo el proyecto emblemático Mi hospital, que propone un nuevo modelo de gestión a nivel técnico y administrativo, centrado en la excelencia del servicio y en una respuesta integral a a las necesidades de la población.
Con la emergencia se busca prevenir el colapso de los servicios y acelerar el camino hacia lograr la excelencia en lo público y hacer de los servicios de salud públicos, un referente nacional, mediante un proceso transparente, apegado a la ley y altamente técnico, que contará con una rendición de cuentas permanente que incluye:
* Rendición de cuentas semanal a cargo del Ministro de Salud, Dr. David Chiriboga.
* Reporte de avances mensuales con la participación de Directores de Hospitales y Directores Provinciales.
* Presentación de informes de avances conforme normas de transparencia y control social.
* Informe final de la intervención.
*Presentación de hospitales transformados a la ciudadanía.
La declaratoria del Estado de Emergencia se ampara en el mandato Constitucional que, entre otros aspectos, se refiere a la salud de los siguientes términos:
“Art. 32.- La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que el Estado que sustenten el buen vivir”.
“Art. 361.- El Estado ejercerá la rectoría del sistema a través de la autoridad sanitaria nacional, será responsable de formular la política nacional de salud y normará, regulará y controlará todas las actividades relacionas con la salud, así como el funcionamiento de las entidades del sector “.
"Art. 362.- (...) Los servicios públicos estatales de salud serán universales y gratuitos en todos los niveles de atención y comprenderán los procedimientos de diagnóstico, tratamiento, medicamentos y rehabilitación necesarios."
"Art. 363.- El Estado será responsable de: (...) 3. Fortalecer los servicios estatales de salud, incorporar el talento humano y proporcionar la infraestructura física y el equipamiento a las instituciones públicas de salud."
Finalmente el Dr. David Chiriboga, Ministro de Salud hace un llamado a los profesionales de la salud, a los gobiernos locales y a la sociedad en general a participar de una manera activa en este proceso de trasformación, que dará como resultado un servicio de salud de excelencia en beneficio de todos los ecuatorianos.
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