sábado, 16 de octubre de 2010

Opinión: INVESTIGAR SIN PASIÓN POLÍTICA

***SNN
EL COMERCIO
La herida de los sucesos del 30 de septiembre puede tardar en curar un tiempo. Por eso, la paz de la República exige un proceso transparente y una investigación tan justa y equilibrada como desapasionada.


Los dolorosos hechos que dejaron un reguero de sangre causaron otras lesiones. Una institucionalidad acosada permanentemente desde el poder político terminó derrumbando la estantería del principio de autoridad y exhibió la cara brutal de un reclamo que no pudo ser advertido por la cúpula del Gobierno o si lo fue, no pareció un argumento suficientemente fuerte para evitar la peligrosa visita del Primer Mandatario al Regimiento Quito, aquel aciago día. Las agresiones verbales y físicas y el violento epílogo laceran más la institucionalidad policial.


La ciudadanía, acosada por la delincuencia, había perdido hace rato la fe en su Policía. Ahora la tarea de reconstrucción de los valores institucionales y sobre todo la restauración de la fe perdida de los ecuatorianos en una indispensable Policía Civil Nacional demandan un proceso urgente de reformas estructurales.


Uno de los primeros temas, más allá del salarial y de las condiciones de vida de los efectivos policiales ya ampliamente informadas y comentadas en estas páginas, es aquel de restañar las heridas que los resentimientos dejan entre compañeros de armas y de laPolicía con el Ejército.


Ambas son instituciones indispensables que hay que cuidar para procurar la paz interna y externa del país.


Por eso es que quizá no es pertinente el precipitado proceso de investigaciones y peor la llamada cacería de brujas. Más vale alejar de la pasión política el esclarecimiento total de los hechos, sin venganza ni resentimientos. Tal vez sea oportuno conformar una comisión internacional limpia de luchas y odios intestinos.

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