Fuente: confirmado.net
VIDA
Foto: municipio de Portoviejo
Ayer, al cumplirse el tercer día del derrame de petróleo ocurrido el sábado anterior en el que 1 300 barriles de fuel oil se escaparon de dos tanques de abastecimiento de la Refinería de Esmeraldas y fueron a parar al río Teaone, el panorama era desolador ya que el caudal de sus aguas se ha reducido a una mínima cantidad y se ha tornado de color negro y en las orillas cientos de plantas han muerto.
MUERTE
El fuel oil también pasó por las riberas de río, donde está asentados otros barrios, como La Propicia 2 y 4, La Tolita 1, Tulipanes y La Concordia. En esos sitios viven cerca de 1 000 familias.
La mayor cantidad de petróleo se acumuló en la desembocadura del río, frente a La Propicia 1, en un tramo de 546 metros.
La mayor cantidad de petróleo se acumuló en la desembocadura del río, frente a La Propicia 1, en un tramo de 546 metros.
Desde la entrada de su vivienda, con techo de zinc y plástico, Luis Chichande dice indignado: “El río está muerto y con él está muriendo también nuestra fuente de vida”.
Este agricultor, de 68 años, se dedica a la siembra de árboles frutales y de productos de ciclo corto, en un terreno a orillas del cauce. Su cosecha de mango, plátanos y guanábana no será igual este año. “Pocas frutas sirven para vender o consumir en casa. Estoy seguro que es porque el agua, el suelo y el aire están contaminados con el petróleo”.
Los vecinos de los barrios La Propicia 1 y 4 han tomado precauciones. “Se nos advirtió que evitemos prender fuego y en tres días no hemos cocinado porque puede ocurrir un incendio”.
Dice que el petróleo solo ha dejado perjuicios a su tierra. Está latente el recuerdo del incendio del 27 de febrero de 1997, causado por un derrame de gasolina en el río Teaone. La explosión dejó 9 muertos, 104 damnificados y 15 heridos de gravedad.
Los vecinos de los barrios La Propicia 1 y 4 han tomado precauciones. “Se nos advirtió que evitemos prender fuego y en tres días no hemos cocinado porque puede ocurrir un incendio”.
Por eso, las familias compran la comida preparada o van a comer donde sus familiares, en otros barrios. Hacen lo mismo para abastecerse de agua, porque llevan cuatro días sin agua potable, debido a la rehabilitación de una tubería. Llevan en camionetas los envases con agua que llenan en el Cuerpo de Bomberos.
>Los funcionarios del Ministerio del Ambiente, del Municipio y de la Defensoría del Pueblo constataron los efectos del derrame.
Omar Quintero, defensor del Pueblo en Esmeraldas, dijo que no es la primera vez que ocurre, pero jamás se ha sancionado a Petroecuador por ser estatal. Esta debe indemnizar a los moradores por quitarles su sustento de vida.
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