viernes, 18 de junio de 2010

Ensayo sobre la ceguera

rubendariobuitron
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*SNN
ensayo sobre la ceguera (periodística)

“Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran”.

¿Se aplica esta frase de José Saramago a los periodistas? La muerte del escritor portugués nos lleva a distintas reflexiones acerca de su obra, en especial las historias en las que cuestionó abierta y duramente a Dios, a la religión católica y al poder político y económico que emanó de aquella.

Yo quiero centrarme en el tema de la incapacidad de ver, de mirar, de entender, a propósito de la novela ”Ensayo sobre la ceguera”. Y elijo esa frase:

“Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran”.

A veces temo que el oficio del periodismo se convierta o se haya convertido en eso, en una epidemia de ceguera que nos impide ver lo que está frente a nuestros ojos.

Por eso es que, muchas veces, la gente común no se siente identificada con nuestro trabajo: muchos periodistas nos encerramos en nuestras salas de Redacción y las convertimos en jaulas doradas desde donde creemos que somos capaces de percibir la realidad sin verla, sin sentirla, sin caminarla, sin olfatearla, sin empaparnos de ella.

Por eso es que nos dejamos imponer las agendas y los temas del poder.

Por eso es que los políticos juegan con nosotros, inventan conflictos con el fin de ganar primeras páginas, proponen ideas descabelladas para salir en los noticieros de televisión, crean supuestos líos internos entre ellos para hacer creer a los ciudadanos que en su movimiento político hay deliberación, debate y democracia interna.

Por eso es que no conocemos el nombre de la señora de la tienda de la esquina, no conversamos con el taxista que nos lleva al trabajo, no observamos a la gente que va junto a nosotros en el bus, no miramos a la calle, no nos percatamos de las cosas que cambian, no abrazamos las cotidianidades de la gente común.

Somos ciegos. No alcanzamos a mirar lo que está delante de nosotros. No entendemos la realidad real.

Por eso es que muchos ciudadanos creen más en las mentiras y en la demagogia de un poder político que usa a los medios y a los periodistas para su objetivo principal: enceguecer a una sociedad ingenua.

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